Por Camila Romero, Estudia Agronomía en la Universidad Católica y trabaja en temas de Sustentabilidad en la FEUC. @czromerob
El conflicto ambiental en Chile es un tema muy antiguo, que ha tenido altos y bajos, muchas víctimas entre medio, muchos cambios de posición dentro de sus participantes y, la mayoría de las veces, las demandas han quedado resumidas a meros acuerdos resolutivos que derivan en una responsabilidad social empresarial poco coherente con la problemática. O simplemente, una limpieza de imagen.
HidroAysén hoy se presenta como el emblema de los intereses económicos y políticos -de todas partes- y de las fallas y vacíos del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, que pasa por alto la participación ciudadana y la autonomía, en este caso, de la región de Aysén, como reserva de vida. El manejo comunicacional que han tenido las personas de Endesa, comprándose todos los medios de comunicación masivos, ha desplazado la posibilidad de la ciudadanía para informarse, haciéndonos caer en la falsa situación de crisis energética y planteando que en cualquier momento nos quedaremos a oscuras. En ese contexto, HidroAysén pretende presentarse como el gran salvador que nos hará crecer económicamente y nos hará mejorar nuestra calidad de vida con una energía 100% limpia. Ahora ¿quiénes pagan las externalidades negativas de este proyecto? Aysén… Y bueno, como diría el gobierno de turno, son los costos del crecimiento económico -crecimiento deseado por ellos y avalado por todos los sectores políticos-.
Me pregunto hasta cuándo se seguirá pensando en un modelo de crecimiento como éste, que plantea que los costos que hay que pagar son deseables para Chile -y nos condicionan a desearlos y creer desde pequeños-. ¿Por qué en este largo país, rico en recursos naturales, no se es capaz de innovar y, como nos gusta tanto mirar hacia fuera, copiar las políticas energéticas limpias de otros países en base a sus recursos, que en muchos casos no son un cuarto de lo que hoy tenemos en nuestro país? Yo creo que muchos tenemos las respuestas, con nombre y apellido incluso, que se basan en intereses económicos mayores y la falta de ganas de invertir por parte del empresariado, ya que implicaría un poco menos de ganancias. El Gobierno, en tanto, en estos momentos es pasivo en materia de políticas energéticas. Así, lo que debería ser un servicio, ha pasado a ser un negocio, transformándose en un problema menos, en un modelo económicamente rentable.
Lo que está claro en esto es la poca valoración que se tiene por nuestro patrimonio, en este caso por la Patagonia. Las políticas que alguna vez existieron para potenciar un programa de eficiencia energética durante los últimos años se han visto desplazadas, como lo fue en su momento con la aprobación de Castilla, que pasó prácticamente desapercibida, y los muchos otros proyectos que están siendo evaluados. Hoy simplemente no existe ninguna voluntad política para terminar con destruir nuestro medioambiente y para solucionar las problemáticas socioambientales de muchas personas a lo largo del país. Reflejo de esto es la situación que hoy se vive en la zona de Quinteros y Puchuncaví, con un conflicto desde hace más de 30 años y que hasta el día de hoy no tiene una solución ni una fiscalización sobre la contaminación y la sobre carga que existe en la zona. En este escenario aparecen los políticos que se limpian las manos y dejan la responsabilidad a la voluntad de las grandes empresas. Mientras tanto, el movimiento social está cada día más deteriorado producto del desgaste de energías que han involucrado en estos procesos y, dadas las nulas o pocas respuestas que reciben, se conforman con soluciones parche.
Esto es reflejo de un sistema que se basa en los arreglines de bigotes entre los peces gordos, dineros para compensar a los grandes poderes económicos que llegasen a ser afectados y caramelos para los que no tienen voz, para que así no interfieran en sus procesos.
Es verdad lo que dices, todo este tremenso problema con Hidroaysen pasa principalmente por la desinformacion y el engaño que ha probocado esta empresa comprando a los medios masivos, no es posible que se halla lanzado una propaganda cuando aun no habia sido aprobada, pero lo que mas me entristese es que como ya mencionaste esto se maneja entre peces gordos y uno como persona comun se ve desvalorada, por eso es importante que la gente exprese su descontento, para que por alguna vez que sea nos tomen en cuenta.
ResponderEliminarMarcela Aravena